En estas situaciones, mantener nuestro sistema inmunológico fuerte ante los ataques externos es crucial. Hay que cuidarlo y potenciarlo lo más que podamos. Aquí te dejamos algunos consejos para mantenerte fuerte y sana ante un posible contagio. Fortalecer el sistema inmunológico es difícil en poco tiempo, pero algunos de los aspectos en que podemos hacerlo es prefiriendo los alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E, disminuir el consumo de azúcares y alimentos ultra procesados, realizar ejercicio físico moderado y descansar adecuadamente.
Vitaminas y minerales para subir las defensas
- Hierro: es esencial en la elaboración de hormonas y los tejidos conectivos. Su ausencia puede ser peligrosa para la salud y causar anemia. Los alimentos que contienen más hierro son las lentejas, las espinacas, las frambuesas, la levadura de cerveza, los pistachos, el mijo, la espirulina.
- Zinc: es un componente que ayuda al sistema inmune: a combatir bacterias y virus que invaden el cuerpo. Los alimentos más ricos en zinc son: las ostras, el hígado de ternera, las almejas, las carnes rojas, las avellanas y las almendras, el pollo y el pavo, el queso y los copos de avena.
- Vitamina B: forman un grupo de 8 vitaminas relacionadas con el metabolismo celular. Estas vitaminas se encuentran sobre todo en los cereales integrales, el arroz, la avena, el germen de trigo y en las legumbres.
- Vitamina C: ayuda a la cicatrización de las heridas, mejora la absorción del hierro presente en los alimentos y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades. Los alimentos que contienen más vitamina C son: la guayaba, el perejil, el pimiento rojo, el brócoli, el kiwi, la papaya, la naranja y el bulbo de hinojo.
- Vitamina D: ayuda a la absorción de calcio y es esencial para el mantenimiento de la salud de los huesos. También mejora el metabolismo celular, el funcionamiento muscular y la defensa frente a infecciones. A parte del sol, los alimentos que contienen esta vitamina son el el marisco, el hígado, los lácteos, los huevos, las setas (callampas, champiñones, etc), la palta y el germen de trigo.
Otros alimentos que podemos introducir en nuestra dieta son: la cebolla y el ajo en todas las comidas. Ambos son alimentos que ayudan a combatir las infecciones por virus y bacterias. El ajo debe consumirse crudo para que mantenga sus propiedades, mientras que la cebolla no pierde sus propiedades al cocinarse.
La miel es un buen sustituto del azúcar, ya que tiene propiedades antioxidantes y antibacterianas que el azúcar no tiene. Por último, El jengibre es rico en vitaminas, potasio y niacina, y posee propiedades que ayudan a combatir las infecciones causadas por virus y bacterias. Además, tiene características antitusivas y expectorantes que ayudan a combatir los resfriados y la gripe.
El ejercicio físico
El coronavirus está trayendo más consecuencias de las que podíamos imaginar. La cuarentena en casa para salvar vidas y frenar el contagio, nos obliga a adaptar la mayoría de nuestras rutinas. Una muy importante es nuestra actividad física diaria.
Para que el sedentarismo, la falta de movimiento y de actividad física no traigan mayores consecuencias a nuestra salud a largo plazo es importante organizarnos y hacer ejercicio físico en casa y movernos todo lo posible. Incluso, podemos hacerlo juntos y en familia para que las consecuencias del coronavirus no produzcan aún más problemas en nuestras vidas.
No debemos olvidar que el ejercicio físico de forma regular y continuado es un aliado claro en la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades. El sobrepeso y sobre todo la obesidad son factores de riesgo muy importantes, pero también de los más prevenibles, sólo basta hacer ejercicio físico todos los días y/o de forma regular,- adaptado siempre, eso sí, a nuestras condiciones físicas-.
Y muy importante, debemos inculcar este hábito a nuestros hijos e hijas para que el problema de la obesidad infantil no siga creciendo. Qué mejor que aprovechar estos días de cuarentena para realizar ejercicio físico con nuestros pequeños y que no estén todo el día viendo televisión o jugando con el celular y cosas similares.
Otros remedios para las defensas bajas
Además de una alimentación saludable, existen otros hábitos que pueden tener una influencia muy positiva en lo que a la salud del sistema inmunológico se refiere. Para empezar, hay que descansar bien. El sistema inmune sufre enormemente las consecuencias de unos malos hábitos de descanso, y en cambio se beneficia de dormir adecuadamente y las horas necesarias.
El estrés y los bajones anímicos tienen un efecto similar, así que, dentro de esta crisis del coronavirus es necesario mantener una visión lo más positiva posible de la vida, si puede ser sin químicos, mejor. Este tipo de actitud tiene enormes ventajas para el organismo: se eleva el nivel de inmunoglobulina, que es un anticuerpo, relaja la musculatura y libera endorfinas que, a su vez, genera un mayor bienestar.
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